miércoles, 27 de marzo de 2013

iglesia de San Estaban de Corullón


La iglesia de San Esteban de Corullón es una de las joyas románicas de la localidad, a la par de su compañera de San Miguel. Ambos templos son BIC (Bien de Interés Cultural) desde el 1931.
San Esteban se localiza en la parte baja de la ladera del monte que desciende hacia la vega del Burbia. Su elegante y esbelta torre, adosada a los pies, es el elemento más contundente y llamativo de toda su fábrica.
Según ha sido glosado por varios autores, ciertos rasgos estilísticos e iconográficos emparentan este templo con el primer románico jacobeo.


De hecho, su pequeña portada tiene una vinculación muy acusada con la fachada de Platerías de la catedral de Santiago de Compostela, obra datada habitualmente hacia 1103.
Otras opiniones, en cambio, sitúan la obra de San Esteban bien avanzado el siglo XII. Muy destacada es también su colección de canecillos guarnecidos bajo los aleros, varios de ellos de temática claramente sexual. Testimonio fiel de los orígenes de San Esteban de Corullón es una inscripción incrustada en la cara norte de su airosa torre.


Se encuentra a considerable altura, sobre unos de los arcos que dan acceso al pórtico occidental. Su interés, como el de tantos documentos epigráficos de época medieval, está en proporcionar una información muy precisa sobre la cronología y las circunstancias que rodearon la fundación de este templo.
El soporte material es un mármol grisáceo de forma irregular. La pieza está prácticamente completa, salvo alguno de los caracteres del borde izquierdo hoy ilegibles por una fractura de corte sinuoso.


A ello ha podido contribuir un rejuntado reciente con cemento, extendido a toda la mampostería del muro.
La inscripción fue repasada en algún momento con una tinta ocre, de la que hoy se aprecian vestigios en algunos sectores. El estado de conservación es bastante aceptable, con puntuales síntomas de desgaste de la piedra.


 En el ángulo superior derecho un corte oblicuo de la piedra es la principal anomalía destacable, pero este hecho no afecta a la lectura, pues ya fue tenido en cuenta a la hora de acomodar las siete líneas de la inscripción a la forma irregular del campo epigráfico.


 El ductus es claro y elegante, si bien algunos de los caracteres empleados fueron ya tachados de "algo raros" por Gómez Moreno, como es el caso de la "E" con forma de cruz o el particular rasgo curvo de la "T". En realidad esta última es una versión de la "T" visigótica tan frecuente en los epígrafes leoneses altomedievales.


Las ligaduras o nexos de trazos comunes en las letras se emplean con relativa frecuencia.
La separación de palabras se hace mediante interpunción de tres puntos, empleados de una forma bastante arbitraria.Es fácil de encontrar,de camino al castillo de corullón hay que pasar por delante de esta singular iglesia.


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