En el año 1575 el pazo pasó a ser propiedad de Felipe II y más tarde, en el año 1586,pasó a manos de María de Neyra,que lo adquirió y vinculó a un mayorazgo que constituía a favor de su hijo Juan.
La actual y última propietaria del pazo es la Duquesa de Medinaceli quien, al construir en el año 1978 la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, lo sumó a sus propiedades junto con el resto de su patrimonio histórico.
Las esculturas de bolas, bestias heráldicas,escudos y cañones no hace más que aumentar el esplendor del lugar, que se caracteriza por su maravillosa capilla, su muralla ciclópea, los precioso y singulares jardines,todo ello rodeado de un elemento muy importante en la finca, el agua.
Se distinguen en el pazo dos tipos de jardines. El hortícola, con cuadros dedicados a distintos cultivos, que es atravesado diagonalmente por el conjunto del lavadero, ría y molino, y a su vez bordeado este último por una alineación de boj de considerable edad y arboledos de cítricos.
El pazo no es visitable,a excepción de sus preciosos jardines,pagando una entrada de 4€, que son destinados a la conservación del pazo.
El jardín geométrico está compuesto por siete macizos de flora excepcional,que son la camelia reticulata,criptomeria, tejo, magnolias perennifolias, lagerstroemias, secuoya roja, arce blanco, y laurocerasos.
Lo que hace especial a estos jardines son sus paseos arbolados de corte inglés, donde conviven una pradera arbolada y un bosque ornamental.Como no,en los estanques del pazo viven unas ocas muy simpáticas.
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