La Berliner Dom, Catedral de Berlín, se encuentra en las proximidades del Río Spree, coronada por una cúpula de cobre de color verdoso. Es el edificio religioso más representativo de la ciudad alemana de Berlín, ubicado enfrente del jardín Lustgarten, entre la Isla de los Museos y el solar del Palacio Imperial.
La catedral fue construida entre 1894 y 1905 sobre los cimientos de una pequeña catedral barroca del año 1747, justo enfrente del Palacio Imperial. La cercanía con el palacio la convertía en la principal iglesia de la corte de la dinastía Hohenzollern, además de ser el lugar en el que se daba siempre sepultura a los miembros de la familia.
En el año 1944 el templo quedó arrasado por una bomba que cayó sobre la cúpula,como muchos otros edificios de la ciudad, causando graves daños al interior. Aunque las tareas de reconstrucción comenzaron en el año 1975, fueron largas y muy costosas y no se vieron acabadas hasta 2002.
En el interior de la catedral llaman mucho la atención el recinto del altar, realizado en mármol blanco y ónix amarillo, el imponente órgano de transmisión neumática, y el acceso que utilizaba la pareja imperial cuando acudía a la catedral, ya que tenia una escalera propia con todo tipo de lujos, a través de la que se llegaban hasta el Palco Imperial.
Los sótanos de la catedral guardan un impresionante tesoro, la Cripta de los Hohenzollern, conocida por guardar los sarcófagos de los miembros de la dinastía Hohenzollern. En la cripta se pueden observar más de 90 tumbas de los miembros de la familia imperial fallecidos desde finales del siglo XVI hasta principios del siglo XX.
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