domingo, 3 de febrero de 2013

helados florentinos


 Uno de los postres típicos de la preciosa ciudad italiana de Florencia son sus helados,que no solo llaman la atención a la vista,sino que también son un postre exquisito que se sale un poco de lo normal.Eso si,no dejan de ser caros,ya que es un reclamo muy importante de la ciudad para los turistas,una tarrina de dos bolas grandes de los mejores helados de crema florentina cuesta alrededor de 10€.


El verdadero "boom" del helado en Italia fue en el Renacimiento, con importantes nombres que marcarón su futura historia.Al primero que se le ocurrió la idea de traer el helado a Italia fue un tal Ruggeri, un pollero y un cocinero a tiempo parcial florentino, que se presentó a un concurso entre los mejores cocineros de la región de la Toscana convocada por la Corte de los Medici, con tema "el plato más singular que se fuere nunca visto". Ruggeri decidió participar en el concurso preparando un "postre helado" con recetas ya bastante olvidadas.Su "sorbete" acabó conquistando a todos los jueces, así que él y su receta se volvieron inmediatamente famosos en toda la región, y muy requeridos por todas partes de Italia.


También la reina Caterina de' Medici quiso llevar consigo a Ruggeri, ya que ella lo consideraba el único pastelero en condiciones de humillar a los franceses con sus postres helados.La reina y Ruggeri fueron a Marsella, y durante el banquete nupcial, el pastelero dejó conocer a los ricos franceses su famoso helado, cuya receta era "hielo a la agua con azúcar y perfumada".


En Florencia en el siglo XVI, un famoso arquitecto, escultor y pintor llamado Bernardo Buontalenti, que le encantaba la cocina, fue el encargado de preparar los excelentes banquetes para los huéspedes italianos y extranjeros, donde tuvo la posibilidad de dar a conocer sus fabulosos "postres helados".
Estos sabrosos postres se cocinaban a base de "zabaione", una crema líquida con yemas de huevo y licor, y de fruta, dando origen a la famosa "crema florentina" o bien "helado buontalenti" que todavía en la actualidad se puede gustar en todas las mejores heladerias de Florencia.


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