Los jardines del palacio Wallenstein fueron probablemente los primeros jardines palaciegos de Praga, diseñados entre el año 1624 y el 1630, mientras se construía el palacio.
Abiertos al público desde el año 2002, en los meses más cálidos ofrecen un espacio agradable donde descansar o disfrutar de alguno de los tantos conciertos, en su mayoría gratuitos, que suelen realizarse en el parque.
De diseño geométrico, los jardines cubren 1,7 hectáreas, espacio suficiente para crear un estanque poblado de patos y una pequeña isla artifical en su centro, con fuente de mármol y esculturas. Las estatuas y fuentes abundan en el jardín, muchas de ellas son réplicas de las que fueron saqueadas por el ejército sueco.
Representando héroes de la mitología griega, las copias fueron instaladas recién entre el año 1912 y el 1918.Lo que me llamó bastante la atención es la cantidad de pavos reales que andan sueltos por los jardines del palacio,y uno que es el más bonito,un pavo real blanco.
Dos espacios captan pronto la atención: uno es la llamada Sala Terrena, un amplio espacio abierto hacia el jardín con tres arcadas y decorado con frescos al estilo de los interiores del palacio, que se utiliza para conciertos y obras de teatro; el otro es una especie de gruta cubierta de falsas estalactitas tratando de imitar la piedra,en las que el arquitecto quiso reflejar sus pesadillas.
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