El castello de Villanova, que perteneció a la familia de Ubaldini a partir del año 1250 y luego a la familia de Bettini, nietos de los Ubaldini, es un complejo neo-medieval construido en parte sobre los restos de un castillo pre-existente.
El castillo está representado en documentos del siglo XVI como un edificio con una sola torre que superaba una pequeña muralla con una puerta de acceso.
Hoy en dia de la construcción original podemos ver solo una torre, dos puertas y algunos tramos de la muralla que rodeaban un edificio que ya está desaparecido.
Se cree que en el complejo vivía una comunidad numerosa, ya que en el interior de la muralla habia también una Compañía y una iglesia dedicada a San Jacopo.
El marqués Octavio Gerini compró este castillo y la iglesia (reconstruida en el año 1334) en el año 1611 y la incluyó en la propiedad de villa Le Maschere, una de las más importantes del Mugello.
En el siglo XIX, el arquitecto Carlo Gerini construyó el castillo que podemos admirar actualmente según el estilo arquitectónico medieval. El castillo fue acondicionado para acoger un convento y una escuela para los niños del lugar.
Después de haber sido abandonado durante la Segunda Guerra Mundial, el castillo ha sido sometido a una restauración en los años noventa del siglo XX.
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