domingo, 11 de diciembre de 2011

Iglesia de la Vera Cruz


Al llegar a O Carballiño lo primero que vimos de lejos fue el torreón de la iglesia,y cuando nos acercamos nos topamos con una Iglesia que nos dejó con la boca abierta. Era la Iglesia de la Vera Cruz de O Carballino, también conocida por los allí residentes como iglesia nueva (para diferenciarla de la otra que tiene el pueblo, más antigua).
Lo que nos sorprendió de ella fue su arquitectura, una mezcla de estilos que da al conjunto un aire de lo más original.


La Iglesia está situada en el centro del pueblo, en la calle Evaristo Baamonde. Aunque el pueblo es más bien grande, las distancias son cortas, por lo que aparcad en cuanto encontréis sitio, ya que podéis ir a todas partes andando.
La Iglesia fue diseñada por Antonio Palacios a instancias del párroco que entonces había en el pueblo.


El párroco Evaristo Vaamonde (cuyo nombre lleva la calle en la que está la Iglesia) quiso dotar a los habitantes de O Carballino de una iglesia parroquial nueva. Muchos de los feligreses se contagiaron de su ilusión y gracias a donaciones, recaudaciones y al trabajo del pueblo, la iglesia empezó a construirse en los años 40, acabándose en el 1962.


En homenaje al querido párroco, se ha erigido una estatua con su efigie en la plaza que hay alrededor de la Iglesia.
El nombre de Iglesia de la Vera Cruz se debe a que una reliquia de la Cruz fue regalada a los feligreses.


El edificio es sorprendente. Si os pasáis por allí, seguro que no podéis evitar quedaros mirándolo, aunque no os guste demasiado la arquitectura religiosa.
Hasta que nos dijeron que no tenía ni un siglo, nosotros nos imaginábamos que era mucho más antigua, del siglo XVII para abajo.


Su diseño no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados a ver. Está inspirada en la época del emperador Constantino por lo que su aspecto resulta exótico, oriental.
La verdad es que es imposible decir de qué estilo es: mezcla tantos elementos característicos de estilos tan variados que, al final, lo único que puedo decir es que esta iglesia tiene su propio estilo.


Está hecha en piedra pero casi sin pulir. Parece como si se hubiese cogido la piedra directamente de los montes gallegos y, sin casi limpiarla, se hubiere colocado en los muros de la Iglesia. Supongo que eso es lo que le da esa apariencia de antigüedad.
Arcos que parecen románicos, cúpulas, torre que parece gótica, almenas como las de los castillos, ábsides a la manera de torreones Una mezcla curiosa, rara, que convierte a esta iglesia en una de las más originales, raras y bonitas que conozco. Si vais por la zona no dejéis de visitarla.

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