sábado, 10 de diciembre de 2011

Castillo de Monforte de Lemos


El castillo de Monforte de Lemos se encuentra situado en un pequeño cerro en le valle de Monforte, al sur de la provincia de Lugo, cerca de la línea que lo separa de la vecina Orense.
Por esta zona, discurre el cauce del río Cabe. Muy próxima a esta localidad se encuentra la sierra de Courel. El castillo se sitúa sobre el castro de Dactonio.


Su historia va unida a la de la familia Castro, familia que habitó el castillo durante largo tiempo. En el 1332 Alfonso XI cedió el castillo a Pedro Fernández de Castro. Sufrió el ataque de los irmandiños y quedó destruido. Posteriormente, estos fueron los encargados de reconstruirla. En el año 1672 fue pasto de las llamas, pero se restauró unos años después.


Durante el año 1467, fue el centro del movimiento de liberación protagonizado por los irmandiños en su lucha contra el régimen feudal. Estos destruyeron el castillo, pero cuando el regimen señorial se volvio a instaurrar en esta zona gallega, se vieron obligados a reconstruirlo con su trabajo y dinero.
Del edificio destaca la muralla con sus torres y sus puertas, pero lo que mejor se conserva es la torre del homenaje.


La puerta de la Alcazaba data del siglo XIII y es la más primitiva de las dos que posee el conjunto. La otra data del siglo XV y se la llamada Porta Nova.

La torre del homenaje es la estructura mejor conservada de todo el castillo. Su planta es rectangular y posee amplias dimensiones, 13 metros de lado, 30 metros de altura y 3 metros de grosor. Su interior se compone de cuatro niveles o pisos. La escalera del interior es de madera, iluminada por ventanas con arcos geminados. Toda la estructura remata en una cornisa de matacanes y almenas defensivas. Desde esta Torre del Homenaje de Monforte de Lemos se obtiene una bella panorámica de todo el valle.



El castillo sirvió de residencia a varias familias nobles de la zona por lo que se conservaba en un excelente estado. Sin embargo, la revuelta de los irmandiños y el incendio posterior del año 1672 provocaron grandes destrozos en sus estructuras. Después de ser víctima de las llamas, fue restaurado.


La parte que mejor se conserva es la torre del homenaje, que alberga un museo excelentemente acondicionado, y en cuyo interior pueden ver muebles de época donados por el Dr. Juan López Suárez. Entre ellos destacan arcones, armarios, mesas y sillas con blasones hidalgos de las viejas familias de Lemos.

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